MUSICA DE FONDO. Medieval-Renacimiento

jueves, 12 de mayo de 2011

-El Islam

El origen del Islam se remonta hasta la Arabia Saudita del siglo VII. Por ello, el Islam es la más joven de las grandes religiones del mundo. El profeta Mahoma (alrededor del 570-632 d.C.) introdujo el Islam en el 610 d.C., después de experimentar lo que él llamó una visita angelical. Mahoma dictó el Corán, el libro sagrado del Islam, el cual los musulmanes consideran que son las palabras perfectas y pre-existentes de Alá.
Se dice que en La Meca, centro de peregrinación, ciudad de caravanas y núcleo mercantil del mundo medieval nació Mahoma. Allí la verdad le fue revelada y comenzó su prédica del Islam hasta que en el 622 -inicio de la Hégira-, fue a refugiarse bajo peligro de muerte a la ciudad de Medina, en la cual encontró protección y creó los fundamentos espirituales e institucionales de la comunidad musulmana. Los diez años de su vida en Medina y los treinta que siguieron a la muerte de Mahoma, en que gobernaron los cuatro califas ortodoxos que le acompañaron en vida (632-661), son reputados por el sentimiento musulmán como "la edad de oro" del Islam.


Lo esencial de la ciudad islámica es la "combinación perdurable del esfuerzo desplegado por cada hombre para someterse a la voluntad del legislador divino y del marco comunal que le sirve de ayuda y soporte en ese esfuerzo" (J. L. Michon, 1976). El vínculo entre el individuo y el todo social en el Islam es tan fuerte que la tarea de la redención individual "engloba ipso facto la sacralización de lo social" dentro de sus marcos. La salvación de cada cual depende de los que le rodean tanto como de que las circunstancias le sean más o menos propicias.


La economía en las ciudades tradicionales musulmanas se regía por un sistema corporativo que integraba a los hombres dedicados a la producción, la distribución y los servicios, ya se desempeñasen como propietarios u obreros, trabajadores a domicilio, por cuenta propia o empleados del gobierno, ya fueran "gentes de alta o baja condición, musulmanes, cristianos y judíos, nativos o extranjeros naturalizados, todos pertenecían al sistema corporativo" (Yusuf Ibish, 1976). En las corporaciones se agrupaba la población urbana según sus oficios, así que las había de artesanos, de mercaderes, de subastadores, prestamistas, músicos, cantantes, narradores transportistas y marineros.


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